Es muy importante que un matrimonio o en una pareja de hecho, que ha dejado de entenderse haga un último esfuerzo por arreglar su divorcio o separación de mutuo acuerdo, aunque sea difícil y aunque sea necesaria la ayuda de terceras personas.
Este consejo es especialmente importante si hay hijos pequeños, porque en ese caso la relación de la ex pareja se prolongará después de la ruptura. Es decir, durante bastantes años seguirán existiendo asuntos comunes que tratar.
La alternativa a un divorcio de mutuo acuerdo es un divorcio contencioso, es decir, un duelo en los tribunales, donde el juez escuchará las posiciones encontradas de ambos y decidirá lo que se debe hacer.
La diferencia entre ambos tipos de divorcio es enorme. Con un divorcio de mutuo acuerdo se obtienen muchas ventajas, Se evita o se suaviza la sensación de que hay ganadores y perdedores,
El cumplimiento de las medidas pactadas es mayor cuando los dos miembros de la pareja ven reflejados sus deseos en todo o en parte. Sin embargo, las medidas impuestas por el juez se incumplen con mayor frecuencia.
Las repercusiones emocionales del proceso son más soportables para todos los afectados, incluidos los niños, El proceso puede resolverse en un plazo mucho más corto que si el divorcio es contencioso, lo que ahorra mucho desgaste emocional y permite aclarar el nuevo escenario cuanto antes.
Los costes son muy inferiores, ya que solo hace falta un abogado y un procurador para presentar la demanda conjunta, en vez de un par de profesionales por cada miembro de la pareja. En resumen, van a hacer falta estos profesionales: un abogado, un procurador y, si se decide recurrir a la mediación familiar, un mediador.
Por otro lado, es muy normal que el matrimonio tenga una masa común de bienes y derechos, sujeta a cargas y obligaciones (por ejemplo, una casa comprada entre los dos, con la hipoteca a medio pagar).
En tal caso, tendrán que liquidar los bienes gananciales, es decir, componer dos lotes proporcionales teniendo en cuenta tanto las deudas como los bienes. Si la pareja se pone de acuerdo acerca de la liquidación del patrimonio común, pueden añadir a la demanda su propuesta de liquidación. Pero también lo pueden hacer antes de interponer la demanda de divorcio, acudiendo a un notario, en cuyo caso habría que buscar también a este profesional.
El convenio regulador recoge las medidas que van a definir la vida de los ex cónyuges después del divorcio. Es un documento crucial si hay hijos en común.
En los divorcios de mutuo acuerdo, la demanda de divorcio debe presentarse obligatoriamente junto a un borrador de convenio regulador, que será revisado por el fiscal (si hay hijos) y por el juez, para asegurar que se ajusta a la legalidad y no resulta perjudicial para ninguno de los interesados. Es decir, que la sentencia puede aprobar el convenio, no aprobarlo o aprobarlo solo parcialmente.
Lo ideal es asesorarse para elaborar un convenio correcto, completo y detallado, analizando punto por punto todo aquello que pueda ser conflictivo en el futuro. Un buen convenio simplifica mucho las relaciones entre los exesposos y es el documento al que hay que referirse en caso de incumplimiento de las medidas por uno de ellos.
En todo caso lo principal es estar asesorado por un abogado especializado de LEGAL MOMENTUM.
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