Las sesiones de musicoterapia están orientadas a potenciar la comunicación, expresión y creatividad del individuo a través de la interacción musical. Se pretende crear un entorno donde la persona se sienta libre para explorar, crear y avanzar junto al terapeuta. Para ello, es fundamental que las sesiones estén bien estructuradas y adaptadas a las necesidades de cada persona, especialmente cuando se trabaja con personas con dificultades en su comunicación.
Musicoterapia
1. Sesiones de valoración:
A través de la experiencia y la interacción con diferentes elementos musicales y artísticos (tocar instrumentos, cantar, bailar, pintar, actuar, escuchar música, etc.) se pretende recopilar información sobre los aspectos psicológicos, cognitivos y emocionales que están afectando a la persona, y también conocer sus recursos y su potencial. De esta forma, se elaborarán los objetivos de intervención adaptados a cada caso. Además, se recopilará más información a través de una entrevista y los informes psicológicos, escolares y/o médicos que la persona o familia puedan aportar.
2. Programa de intervención:
Después de estudiar la información recopilada a través de las sesiones de valoración, la entrevista con los padres e individuo y los informes profesionales, se diseña un programa específico de intervención donde se marcan los objetivos generales y específicos a trabajar con cada persona en las sesiones de musicoterapia.
La musicoterapia está recomendada para personas con:
- TDAH y comorbilidades
- Autismo y Trastorno del desarrollo (TGD)
- Síndrome de Asperger y habilidades sociales
- Trastornos del lenguaje
- Retraso psicomotor
- Dificultades de aprendizaje e hiperactividad
- Síndrome de Down
- Síndrome de Williams